En los criterios de selección de beneficiarios de la USAID se basaron en el apoyo a organizaciones que alinean su agenda con prioridades de política exterior estadounidense.
¡Escandaloso! Tras la fachada de promover la “libertad de prensa» en Venezuela y activar así una campaña contra las políticas del gobierno del presidente Nicolás Maduro, la USAID invirtió miles de millones de dólares por más de dos décadas en ONG y medios de comunicación, digitales especialmente y redes sociales.
En su artículo «Press Freedom Under Threat» (2023), revelado por el sitio Wikileaks, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) despliega un relato heroico en «aparente» lucha contra la censura y su apoyo a medios supuestamente independientes.
Desde hace varios años se conoce que portales web como La Patilla, Efecto Cocuyo, El Pitazo y EVTV estaban financiados por Estados Unidos, además de varios periodistas para generar matrices de opinión contra la gestión presidencial en Venezuela.
En el más reciente Podcast de Globovisión sobre el escándalo de la USAID que involucra a dirigentes de la extrema oposicion, los periodistas Madelein García y Jesús López aseguraron que más de 6000 periodistas en 30 diferentes países recibieron recursos de la USAID con diferentes fines.
En el caso de Venezuela, Madelein García mencionó a Carla Angola y el portal de noticias Efecto Cocuyo, dirigido por Luz Mely Reyes para generar matrices de opinión.
Según el informe de la USAID se destinaron $3.200 millones desde 2010 a programas de «fortalecimiento mediático» en 70 países, con énfasis en regiones estratégicas como Europa del Este, América Latina y África. Estos fondos, canalizados a través de ONG como Internews, International Center for Journalists (ICFJ) o Freedom House, se justifican como defensa contra «regímenes autoritarios».
Aunque Estados Unidos ha pedido investigar esta malversación de fondos, extraoficialmente se maneja que en el caso de Venezuela dirigentes como Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Vecchio y Julio Borges respaldaban algún supuesto proyecto de democracia con una fundación u ONG y al llegar a las cuentas de las fundaciones u ONG se lo pasan a sus cuentas personales.
USAID estaba financiando a más de 6200 periodistas en 707 medios de comunicación y 279 ONGs “periodísticas”, incluyendo nueve de cada diez medios de comunicación en Ucrania, prueba de ello los documentos de wikiliks.
En los criterios de selección de beneficiarios solo reciben apoyo organizaciones que alinean su agenda con prioridades de política exterior estadounidense.
El caso de los «periodistas fellows»
El documento filtrado refleja como la USAID presume de formar a 12.000 periodistas al año en «estándares éticos y técnicas innovadoras». No obstante, estos programas priorizan la enseñanza de herramientas digitales vinculadas a plataformas estadounidenses (Google, Meta) y enfoques editoriales que refuerzan la visión occidental de derechos humanos, seguridad y democracia.
El informe de USAID filtrado también señala una presunta «represión» a periodistas en China, Rusia o Venezuela, pero omite su silencio cómplice ante abusos de aliados como Arabia Saudita, Israel o Colombia. Peor aún, organizaciones financiadas por USAID suelen evitar investigar temas sensibles para Estados Unidos, como, por ejemplo, el impacto de bases militares en Okinawa (Japón) Guantánamo (Cuba) o la extracción de litio en Argentina por empresas norteamericanas.
Es emblemático el rol de los medios que funcionan como ONG mediáticas, denominados también como alternativos que están asociados a proyectos de USAID. También las ONG que, bajo el paraguas de la lucha ambientalista, por los derechos indígenas, incluso deportivos, reciben los fondos para su funcionamiento y que en muchos de los casos son vitales para su funcionamiento.
(Con información de TeleSUR)