En la madrugada de este sábado se celebró en Quibayo, municipio Urachiche de Yaracuy, el popular Baile en Candela, rito en el que cultistas y espiritistas caminan descalzos sobre brasas ardientes en honor a la mítica reina indígena María Lionza.
La jornada se realiza en uno de los mayores puntos de concentración de creyentes de la montaña de María Lionza: el sector Quibayo, donde cultistas de distintas partes del país se dan cita para rendir tributo a su reina en una particular danza en la que enfrentan el fuego descalzos, solo con su fe.
De acuerdo, con las estimaciones dadas por el alcalde del municipio Bruzual, (Chivacoa) Carlos Gónzalez, más de 10 visitantes, entre espiritistas, cultores, turistas y entusiastas del rito a María Lionza entraron por Chivacoa para llegar a Quibayo y participar en el Baile en Candela.
El sitio se transforma en un destino turístico para los amantes de las emociones, la esotería y del espiritismo
El Baile en Candela combina el misticismo con la fe a Dios y a la reina María Lionza/Foto Carlos Vielma- Miles de personas se congregan en Quibayo a rendir tributo a la reina indígena
- El lugar se convierte durante este fin de semana en la capital espiritista de Venezuela y en el centro obligado de miles de creyentes
El sitio se transforma en un destino turístico para los amantes de las emociones, la esotería y del espiritismo- El Baile en Candela combina el misticismo con la fe a Dios y a la reina María Lionza/Foto Carlos Vielma
El sitio se transforma en un destino turístico para los amantes de las emociones, la esotería y del espiritismo
El Baile en Candela combina el misticismo con la fe a Dios y a la reina María Lionza/Foto Carlos Vielma
Miles de personas se congregan en Quibayo a rendir tributo a la reina indígena
El lugar se convierte durante este fin de semana en la capital espiritista de Venezuela y en el centro obligado de miles de creyentesEl Baile en Candela combina el misticismo con la fe a Dios y a la reina María Lionza/Foto Carlos Vielma
El lugar se convierte durante este fin de semana en la capital espiritista de Venezuela y en el centro obligado de miles de creyentes que llegan desde distintas partes de Venezuela e, incluso, de todo el mundo, a colocar su fe en un culto considerado como una de las manifestaciones culturales más importantes de Venezuela.
El sitio se transforma en un destino turístico para los amantes de las emociones, la esotería y del espiritismo, o de quienes, simplemente, buscan saciar su curiosidad.
En el sector se instalan altares, dedicados a María Lionza y a otras populares deidades, como el Negro Felipe, el doctor José Greporio Hernández y el cacique Guacaipuro, y centros de sanación espiritual, que se integran por los propios creyentes.
También se habilitan distintos puestos de servicios gastronómicos, de ropa e insumos para acampar, y hasta se ofrece hospedaje en el mismo lugar. En general, se habilita una serie de servicios esenciales para atender a creyentes, turistas y temporadistas,
Dios es la base fundamental del culto
La preparación del rito comienza después de las doce de la medianoche del 11 de octubre en un área despejada, habilitada justo al lado de la famosa estatua de María Lionza creada por Alejandro Colina. Allí se colocan siete torres de madera que luego se encienden para crear las brasas sobre las que los participantes caminarán.
Luego de varios minutos, los participantes de la ceremonia empiezan a incorporarse, a entrar en un elevado trance espiritual y, según ellos mismos aseguran, a recibir espíritus de dedistintas cohortes para efectuar el tradicional baile, que se extiende por algunas horas.
Para María Gabriela Betancourt, directora de la Federación Venezolana de Espiritismo en el estado Lara, el Baile en Candela es una conmemoración que se hace todos los años para hacer crecer el culto al legado indígena y a la reina María Lionza.
“El culto a nuestra reina se basa en que todos somos hermanos, en el amor fraternal que sentimos todos quienes la seguimos. Es un culto lleno de amor, con un mensaje de amor, respeto y de unidad, el cual deriva, principalmente de Dios, nuestro Señor”.
Por su parte, Miguelis Pérez, joven de 19 años quien practica el culto a María Lionza desde muy pequeña, refiere que el amor a su reina se basa en el amor al prójimo y en el respeto a todos.
Asimismo, apuntó que Dios es parte importante del rito a la reina indígena, por cuanto “él es todo, Dios está primero, de él viene María Lionza y todo el amor que expresamos en nuestro culto”, subrayó Pérez.
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