Se acerca el periodo vacacional en escuelas y liceos y uno de los planes habituales es ir a la playa o una piscina, con el objetivo de refrescarse. Esto hace que se registre un problema de salud común entre estos: enfermedades al oído debido al tiempo que se pasa dentro del agua.
“Muchas personas que acuden a las piscinas y a las playas tienden a sufrir males como otitis media aguda, inflamación en el oído con dolor o sensación de oído tapado. Estos son los síntomas por los que las más acuden a las consultas”, detalla la doctora Delia Chumpitaz, jefa de Otorrinolaringología de la Clínica San Gabriel.
La especialista refiere que estos males se presentan principalmente en niños, debido a que son las personas más entusiastas y, por ese motivo, tienden a pasar más tiempo dentro del agua. Al respecto, señaló que los males antes mencionados están directamente relacionados con el tiempo de permanencia dentro del mar o de la piscina.
“Lo recomendable es que las personas estén dentro del agua en la playa unos 5 o 10 minutos, y luego de eso, salir. Dentro de una piscina, lo recomendable es estar entre 10 a 15 minutos. Lamentablemente, estos tiempos no se cumplen y es ahí donde, por ejemplo, se puede contraer inflamación del conducto auditivo externo”, puntualizó.
TRATAMIENTO INMEDIATO
Consideró que al menor síntoma de dolor del oído o de sensación de oído tapado, la persona afectada debe acudir a un establecimiento de salud para ser revisado y tratado por un médico especialista. Advirtió que, si una persona espera que pasen semanas para recibir un tratamiento, su cuadro puede complicarse e incluso llegar a presentar pericondritis: una inflación del pabellón auricular que produce que el conducto auditivo se torne rojizo.
“Yo he tenido pacientes que han llegado a ese extremo y que incluso han tenido que hospitalizarse, porque una pericondritis puede llegar a producir una oreja con deformación, ya que cuando se inflama el cartílago del pabellón auricular (parte externa del oído), se empieza a engrosar”, mencionó.
OTROS CUIDADOS
Ante esta situación, la Dra. consideró de suma importancia que las personas se den un baño luego de acudir a playas y piscinas, y se aseen adecuadamente los oídos para evitar ser víctimas de estos males. Dijo que para lograr ese objetivo basta usar una toalla pequeña limpiando el ducto auditivo hasta donde llegue el dedo.
“No recomiendo usar hisopos porque se usan mal. Las personas meten los hisopos a sus oídos o muy profundo o muy fuerte, y la piel del conducto del oído externo es tan delgada que debemos tener cuidado”, refirió.
Agregó que, es necesario que los pacientes que tienen tendencia a forma cerumen sean evaluados por un médico especialista cada tres o cuatro meses, a fin de que puedan ir a playas o piscinas en óptimas condiciones y no sufrir males posteriores.