El auge del mercado de las drogas sintéticas ha venido en aumento en el mundo y una de las que más ha alertado en los últimos días a las autoridades de diferentes países y la población en general es el fentanilo, por los grandes daños que causa a sus consumidores.
Tanto el uso y circulación del opioide sintético ha generado una emergencia en Estados Unidos, Alemania, España, Colombia, México y Ecuador. En cuanto a Venezuela, se detectó el fármaco por primera vez en la frontera con Colombia, en el estado Táchira, por la captura de un sujeto que llevaba 45 porciones de la sustancia, informó el gobernador de la entidad, Freddy Bernal.
La también conocida como droga zombi es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina, destacan los especialistas médicos. Aunque el fármaco está aprobado para usos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, su uso para fines recreativos fuera del contexto científico puede ser mortal. Una dosis de 2 miligramos de la droga, que sería el equivalente a 10 y 15 granos de sal de mesa, se considera letal.
Entre los años 2021 y 2022 las autoridades sanitarias de los Estados Unidos dieron a conocer que las muertes atribuidas a sobredosis de este opiáceo se dispararon en más de 90%, con aproximadamente 70.000 fallecimientos registrados el año pasado. Alertaron que la situación ha alcanzado proporciones epidémicas en algunos sectores de la sociedad.
El Informe Mundial sobre Drogas 2023 de la ONU precisó que el fentanilo alteró drásticamente el mercado de opiáceos en EEUU. En 2021 aproximadamente 90.000 muertes fueron causadas por drogas de fabricación ilegal.
Efectos y origen
El primer registro del fármaco fue en 1959 por Paul Janssen y comercializado a través de su laboratorio, Janssen Pharmaceutica, como un anestésico intravenoso entre 75 y 125 veces más fuerte que la morfina.
En 1990 la compañía lanzó una segunda presentación al mercado de la salud con parches de fentanilo, no obstante, sus resultados no fueron tan favorecedores, por lo que crearon las chupetas, entre otras presentaciones. Al poco tiempo los pacientes comenzaron a presentar los problemas de tolerancia y la dependencia, reseñó una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México. En las décadas de 1970 y 1980 se detectó que su uso se extendió a otros fines, especialmente recreativos.
La droga fabricada de manera ilegal es combinada con otras sustancias como pastillas falsificadas, alcohol, heroína, cocaína y metanfetamina, lo que genera que eleve sus efectos causando a sus consumidores adicción, sobredosis y hasta muerte, reseñan agencias.
Al ser ingerido en sus diferentes presentaciones el fármaco interactúa con los receptores de opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones. Durante el encuentro el medicamento inhibe la transmisión de señales de dolor en el cerebro y la médula espinal, causando un alivio significativo.
Asimismo, produce un efecto sedante y eufórico. Su acción es extremadamente potente por lo que las dosis sugeridas por los especialistas son más bajas en comparación a otros medicamentos. Otra característica es que, aunque su acción es rápida y de corta duración, se corre el riesgo de una sobredosis si se llega a administrar inadecuadamente.
Si el uso del medicamento es constante el cerebro desarrolla neuroadaptaciones. Estos cambios promueven una mayor tolerancia y una adicción a la sustancia, causando una disminución de la sensibilidad y dificultad para experimentar placer con otras cosas que no sean la droga, lo que ocasiona que la persona se vea dominada por su consumo.
Hallazgos
El profesor emérito de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manitoba, en Canadá, Daniel Sitar, explicó a medios internacionales que sus efectos se parecen a la cocaína, en el sentido de que la primera vez que la gente la usa, tiene un subidón y luego va buscando otra vez ese efecto. Luego cuando la vuelven a consumir, nunca logran el subidón de la primera vez y entonces tienden a incrementar la dosis.
El científico señala que ese subidón es una de las grandes causas que genera esa adicción, pero en la búsqueda del mismo pueden dejar de respirar y morir por hipoxia, una de las consecuencias más letales de su consumo.
La droga puede detener la respiración antes de que se vean otros cambios y antes de que se pierda la conciencia, arrojó un estudio del Hospital General Massachusetts, afiliado a la Universidad de Harvard.
Detalla que el tronco cerebral, que controla la función respiratoria, también tiene receptores de opioides y cuando estos se ven inundados de fentanilo se puede dejar de respirar aún cuando se está consciente.
Revelaron que ninguna cantidad que se administre de fentanilo es segura fuera de un entorno médico controlado por especialistas. Alertan que su uso de manera recreativa no le permite al consumidor conocer cuál es la cantidad exacta que se ingiere debido a su fabricación artesanal.
Informe de drogas de la ONU 2023
- Incremento de consumo. El número estimado de consumidores de drogas pasó de 240 millones en 2011 a 296 millones en 2021, lo que representa 5,8% de la población global de entre 15 y 64 años y un 23 % más que hace una década.
- Epidemia de opioides. Hay un auge sin precedentes de las drogas sintéticas. Debido a que no requieren grandes extensiones de tierra para su producción, sino sólo productos químicos y fáciles de hallar. Además, ofrecen a los grupos criminales muchas ventajas: son más baratas y su fabricación más sencilla y flexible.
- Nuevo fármaco. En África el tramadol puso en alerta a las autoridades debido al incremento de consumo en la región, el Oriente Próximo, Medio y el sudeste asiático. La droga proporciona los efectos analgésicos típicos de los opioides y es estimulante.
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