Ucsar entrega distinción académica al doctor del pueblo.
Al beato doctor José Gregorio Hernández le otorgaron ayer en la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar) el título de Doctor Magnífico en Ciencias de la Salud.
El acto se llevó a cabo en las instalaciones de la capilla Santa Rosa de Lima, ubicada en la sede de la casa de estudio en la parroquia La Pastora del municipio Libertador, donde realizaron una misa especial que fue oficiada por el obispo Benito Méndez Bracamonte y el padre Carlos Boully, rector de la Ucsar.
“Hoy el doctor José Gregorio Hernández recibe el grado de distinción académica que no recibió en vida, para nosotros es un orgullo, pues en la sede de esta universidad estudió el médico de los pobres, vivió en La Pastora, prestó su servicio aquí y ahora en la Ucsar permanecerá una de las reliquias que estará expuesta a los fieles devotos que nos visiten para seguir con la devoción al beato venezolano”, indicó Boully.
Con una imagen de Goyo al fondo, en la capilla de la universidad colocaron el título con la medalla, acompañada del característico sombrero negro del doctor y un estetoscopio.
Durante la actividad se conoció que el presidente de la República, Nicolás Maduro, solicitó que el título otorgado a José Gregorio se inscriba en los libros del Registro Principal.
Recorrido
El rector de la universidad explicó que por decisión de monseñor Baltazar Porras la reliquia del doctor José Gregorio Hernández fue trasladada desde la iglesia de La Candelaria hasta la sede de la Ucsar, en Los Mecedores.
Antes de llegar a la casa de estudio, la reliquia realizó un recorrido por siete puntos, entre ellos varios pabellones del hospital Vargas, en donde varios enfermos pudieron orar y pedir milagros por su pronta sanación.
Asimismo, parte de las osamentas de José Gregorio pasaron por la sede del Concejo Municipal de Libertador, así como en la plaza Bolívar de Caracas donde se realizó una ofrenda floral en la estatua del Libertador Simón Bolívar.
Reiteraron las autoridades presentes que el doctor José Gregorio Hernández sigue siendo en nuestros tiempos un ejemplo del buen venezolano, como buen ciudadano, excelente médico y con grandes muestras de humildad, fe y apoyo a los más necesitados.