El presidente de México convocó a sus compatriotas el próximo domingo a una jornada electoral inédita en aquel país. Los mexicanos tendrán que votar para decidir si Andrés López Obrador se va de la presidencia del país o continua con su mandato hasta finalizarlo en 2024 como corresponde.
Cerca de 93 millones de ciudadanos podrán participar en el referendo revocatorio, impulsado por el máximo mandatario de México. El presidente de 68 años es el primer presidente de izquierda en la historia del país latinoamericano.
Luego de que se entregaran al menos 11 millones de firmas al Instituto Nacional Electoral (INE) se aprobó el plebiscito que debe contar con al menos la participación del 40% de los electores, que serían unos 37 millones de mexicanos.
Sin embargo, se prevé poca participación para esta jornada electoral. Así lo anticipa Luis Ugalde, expresidente del INE, que asegura que los mexicanos que irán a votar el próximo domingo no superarían el 20 %.
Los partidos de oposición del presidente mexicano han solicitado a los ciudadanos a hacer caso omiso a esta jornada electoral y a demostrar con su abstención no estar de acuerdo con estas actitudes “populistas” por parte del mandatario del país.
Dicen los críticos del presidente que intenta demostrar que la soberanía reside en el pueblo. “Busca como cualquier político populista, mantener el clima de polarización y alentar el discurso de que el pueblo está de su lado”, afirma el analista político Luis Carlos Ugalde.
Algunos opositores aseguran que el plebiscito podría animarlo a reformar la Constitución para ser reelegido: “Quizá habrá voces en su partido que digan que se quede, pero la potencia de esa voz será mínima”, estima Ugalde.
En México tampoco existe la reelección presidencial. El artículo 83 constitucional establece que quien se haya desempeñado en el cargo “en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.
La consulta revocatoria fue incorporada a la Constitución en 2019 por iniciativa de AMLO, por lo que si la ciudadanía acude a votar “no rompe ningún principio de legalidad”, sostuvo Leonardo Valdez Zurita, exconsejero del antiguo Instituto Federal Electoral (IFE, convertido en INE).