Durante su más reciente entrega de Tubazos, Eligio Rojas también dio datos de la presunta aparición de una célula del cartel de Sinaloa, originario de México, que estaría operando en el Zulia y que habrían entrado en conflicto con los llamados «carteles de la DEA» (colombianos).
El cartel de Sinaloa, bajo el liderazgo del criminal convicto alias «El Chapo Guzmán», se posicionó como «la empresa criminal más pujante, con diversas franquicias alrededor del mundo, al estilo de una cadena de restaurantes de comida rápida», según u artículo del diario The Independent, citado por Rojas.
El cartel de Sinaloa opera en la actualidad en 50 países y en 17 de los 31 estados de México. Se presume que esta organización asumió el modus operandi del cartel de Cali, que estableció alianzas gubernamentales y empresariales para consolidar su poder.
En los múltiples operativos de seguridad que han llevado a cabo las autoridades, han incautado muchísimo material usado por los carteles del narcotráfico: desde laboratorios y campamentos hasta avionetas y pistas clandestinas. Zulia, en los recuentos oficiales, puntea como la entidad del país con más incidencia en el tráfico de sustancias ilícitas.
En este sentido, afirmó el periodista, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) «ha preparado el terreno para sustanciar un expediente contra Venezuela y presentarla ante el mundo como un narcoestado», y de allí los intereses de EEUU y sus «aliados» en que la ruta segura de la droga tenga éxito. «La DEA no es que trae a sus funcionarios al municipio [Jesús María Semprún], la DEA se vale de los carteles que operan allí al ladito, en la vecina Colombia. Esos son los carteles que colaboran con la DEA para montar toda esta infraestructura», fustigó Rojas.
El 2 de marzo de este mismo año, el Tribunal Supremo de Justicia confirmó la sentencia de dos integrantes del cartel de Sinaloa que fueron aprehendidos en el estado Cojedes y procesados por la justicia venezolana. Los acusados, identificados como Leonardo Zaragoza y Jesús Miguel Ángel Flores (ambos de nacionalidad mexicana) fueron sentenciados a 30 años de prisión. Los delitos que se le imputaron fueron: tráfico de drogas en modalidad de transporte; posesión ilícita de armas de fuego; circulación aérea en zonas prohibidas, restringidas o peligrosas, distintas a las establecidas; obtención fraudulenta de rutas y conducción ilegal de aeronaves.
Estos dos pilotos son colaboradores del cartel de Sinaloa y, de acuerdo a los datos proporcionados, fueron aprehendidos en flagrancia aterrizando en una pista clandestina de una finca de Cojedes. La aeronave, que habría sido despojada de sus asientos, dio positivo para sustancias estupefacientes.
Estas organizaciones criminales, concluyó Rojas, tienen puestos sus intereses económicos para que sus negocios ilícitos continúen dando los frutos monetarios y como todas las de este tipo, tienen aliados políticos, policiales, etcétera. Los intereses políticos se vinculan al ya mencionado expediente que la DEA pretende levantar con estas operaciones contra el Estado venezolano.
(LaIguana.TV)