Hace tres años Venezuela se abrió al uso de divisas, y desde ese entonces los ciudadanos venían realizando mayormente los pagos en dólares. Pero tras la entrada en vigencia hace poco más de un mes de un impuesto a las transacciones con monedas extranjeras, el bolívar recupera terreno.
El 28 de marzo, entró en vigencia el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, una tasa de 3% a cualquier compra o venta que se realice en una moneda de otro país, lo que en los hechos se traduce en un incremento en el costo de varios productos.
El gravamen no es cobrado por todos los comercios, sino solo por aquellos designados por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) como sujetos pasivos especiales. Entre ellos se encuentran supermercados, cadenas de farmacias y de alimentos, y tiendas de ropa.
De acuerdo con la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), desde la entrada en vigencia de este tributo las operaciones en bolívares aumentaron «exponencialmente», y las diversas modalidades del sistema de pago electrónico se incrementaron entre 21 y 27%.
Hasta ahora, cerca del 50% de los pagos se realizaban hasta ahora en divisas. El Gobierno autorizó en 2019 el empleo de dólares, algo que estuvo prohibido desde 2003 cuando se puso en vigor un estricto control cambiario.
Bolívar
Eduardo Ruiz, de 69 años, trabajador de la administración pública, indicó en conversación con la Agencia Sptunik, que optó por pagar en bolívares ante el cobro del impuesto.
«Fui a pagar con un billete de 20 dólares y la cuenta eran 10 dólares. Cuando la cajera me dijo que debía pagar un 3% de impuesto, preferí pagar con mi tarjeta de débito en bolívares. La situación económica está muy difícil como para también pagar ese impuesto», comentó.
Una trabajadora de un supermercado, que prefirió no ser identificada, manifestó que las ventas bajaron por el cobro de esa tasa.
«El dueño dijo que va asumir el pago de ese impuesto cuando le toque declarar ante el Seniat, porque las ventas estaban bajando. Las personas se iban a comprar en los locales donde no cobran el impuesto», indicó.
Por su parte, Silvia Esteves, de 34 años, administradora, también señaló que le resulta mejor pagar en bolívares.
«Si tengo dólares y no tengo cómo cambiarlos a bolívares, compro en lugares donde no me cobran el impuesto. Pero ahora resulta mejor pagar en bolívares. Además, así uno se evita el pro mmmn nblema en los comercios que nunca tienen para dar vuelto en dólares en billetes de baja denominación», acotó.
Los comercios designados por el Seniat tienen un cartel en sus instalaciones en el que informan a los usuarios que cobrarán el impuesto al pagar en divisas.
Estabilidad
El presidente Nicolás Maduro anunció en enero que uno de los objetivos de este año devolverle fuerza del bolívar.
En ese sentido, el diputado y economista Tony Boza, en conversación con la agencia Sputnik, consideró que la recuperación del bolívar se logró en un 80%.
«Creo que se logró en un 80%, pero para que haya un logro real y que la gente prefiera el bolívar tiene que conseguirse el bolívar, porque cuando se seca la liquidez se está secando todo, el digital y el físico», indicó el legislador, del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela.
Este país caribeño enfrenta la escasez de billetes desde los últimos tres años, y según Maduro el 80% del dinero en efectivo se utiliza en el transporte público.
Por ello, en octubre de 2021 el Gobierno lanzó el bolívar digital, con el cual le eliminó seis ceros a la moneda, y se espera la disminución del uso de billetes.
Boza, integrante de la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), destacó que actualmente existe una estabilidad del bolívar ante el dólar.
«Cuando a la gente se le decía: ¿con qué vas a pagar?, la gente prefería pagar con dólares, porque el dólar le servía a la gente como reserva de valor. Pero en los últimos meses el bolívar ha estado más estable, porque cuando se dice que el tipo de cambio se mantuvo estable, se está hablando del precio de la divisa respecto al bolívar; por lo tanto, es el bolívar que está estable, de alguna manera está apreciado», subrayó.
El parlamentario explicó que si un establecimiento no ha sido oficializado por el Seniat no puede cobrar el impuesto. De otra manera, estaría estafando al fisco y al cliente.
Algunos comercios aún no han comenzado a cobrar el gravamen, pues deben adecuar sus sistemas.
El cobro de esta obligación trajo descontento entre los ciudadanos. Sin embargo, el Gobierno insiste en que fortalecerá el bolívar, devaluado por la hiperinflación que sufre el país desde hace cuatro años y de la cual, según las autoridades, se logró salir en 2021.
(Sputnik)